¿Se reserva el derecho de admisión?

Es bueno empezar dejando claro que Dios quiere que TODOS vivamos bendecidos siempre y por eso a todos nos da la misma oportunidad en algún momento de nuestras vidas: conocer, creer en y seguir a Cristo. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no lo conocen y que llevan una vida alejada de Él? Es ahí donde estamos llamados a entrar en escena, Marcos 15:15-16:"...Id por todo el mundo y predicad el evangelio a TODA CRIATURA..."(sin hacer acepción de personas).

Hace un tiempo, el Señor me bendijo con un trabajo, en el que uno de mis compañeros era musulmán, otro ateo y otro mantenía una relación con otro hombre. Lo curioso de esta experiencia fue que a pesar de creer y practicar cosas diferentes, hice una gran amistad con todos ellos, de hecho, hasta el día de hoy conservo muy buenos recuerdos, pero eso no quita que sean personas necesitadas (delante de Dios), como tu y como yo.

¿Por qué Dios permitió esa experiencia? y ¿Cuál fue su intención?
Nada es casual con Él, tenía una lección preparada para mi corazón aún duro y sin entendimiento. Me recordó que cuando Cristo vino a este mundo, vino por los sanos y por los enfermos, por los publicanos, prostitutas y por todos aquellos que la sociedad de aquel entonces (y la de hoy) muchas veces evitaba, marginaba o desechaba.

Me enseñó a no juzgar y a comprender que su misericordia no distingue pecado, nacionalidad, raza, ni condición social y lo más importante, que AÚN QUEDA MUCHO POR HACER Y A MUCHOS POR PREDICAR.

A veces no nos detenemos a pensar que quizá el Señor ha permitido que conozcamos a esas personas porque Él quiere tocar sus corazones y nos quiere utilizar como instrumento de bendición en sus vidas, como alguna vez él lo hizo con nosotros.

Es triste, pero a veces podemos llegar a ser personas carentes de misericordia ...recordemos lo que el Señor nos dice acerca de eso: Mateo 10:8 "...de gracia recibisteis, dad de gracia". La buena noticia es que Él no es como nosotros, la palabra dice que sus misericordias son nuevas cada día. (Lam.3:22-23)
Gloria a Dios por eso!

¿Qué hacer frente a ese tipo de situaciones y personas?
Dejar que el Señor nos utilice conforme su voluntad, que sea Él quien haga, que sea Él quien convenza y que nos permita de una u otra manera dar un buen testimonio de Él y compartir las buenas nuevas con TODOS!. Empezando por Juan 3: 16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dió a su hijo unigénito para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, más tenga vida eterna".

Un abrazo!


H.