El uso del lenguaje no sexista esta en todo su apogeo, la sociedad se desvive modificando reglas linguísticas,
creando leyes de la "igualdad
de sexos", hasta el punto de debatir sobre si el arroba es un
símbolo inclusivo, creyendo ilusamente que todas estas son soluciones reales.
Este es un problema que para ser erradicado debe primero ser
detectado en todas sus formas, lo cierto es que el problema no esta fuera, sino dentro de cada hombre y
mujer. Lo absurdo, es que es un problema cuya solución existe desde
hace algo más de 2000 años y llegó de la mano de Cristo cuando dijo que sólo bastaba regir nuesta vida
dentro del marco de 2 grandes mandamientos:
"Ama a Dios sobre todas las
cosas" y;"Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Lucas 10:26-28), sin embargo, aqui seguimos, persiguiéndonos la cola...
Si amásemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, no
sólo acabarían "algunos" problemas, sencillamente desaparecerían TODOS, pues nuestro
prójimo es cualquier otra persona que no seas tú; mujer, hombre, tu peor
enemigo o desconocido.
Entonces, si amamos a nuestro prójimo como si de nosotros
mismos se tratara, nunca trataríamos con desprecio ni calumnias a
nadie, tanto nuestro hablar como nuestro actuar sería correcto y de bendición.
Ese cariño y cuidado que tienes contigo, aplicado en la misma medida a tu
prójimo, es a lo que Cristo se refería.
¿No sientes amar? No te preocupes, no se trata de sentir,
se trata de actuar, sino que mérito tendría amar sólo porque nos hacen
el bien todo el tiempo, el sacrificio radica en desprendernos del orgullo para
poder actuar con amor con todos, aunque muchos de ellos (aparentemente) no lo
merezcan.
Al haber interiorizado esta actitud de amor al prójimo se cumple otra
gran verdad que Jesús dijo:
"De la abundancia del corazón, habla la
boca" (Lucas 6:45), es decir, no necesitaríamos de leyes que nos impongan hablar sin
discriminación hacia otra persona por su sexo, raza o condición social, simplemente nos nacería desde dentro hablar como nos gustaría que
nos hablen, ¿ves la diferencia?
Entonces te pregunto: ¿Dónde esta la solución para combatir
la discriminación de género, el racismo, clasismo, la trata de personas y todos
los males de los que adolecemos?
1) ¿En amar a nuestro prójimo como a nosotros a
mismos? o
2) ¿En modificar reglas linguísticas, pegar afiches de sensibilzacion en
las calles y promulgar leyes de igualdad?
Si sigues encontrando esta solución obsoleta, imposible en
un mundo como el de hoy y además de corte religoso, te pregunto, ¿Y si en lugar de Jesús lo
hubiese dicho el Dalai Lama, Mandela, Jhon lennon o algún otro ícono social? ......
¿Porqué será que vivimos nuestras vidas admirando siempre a
las personas equivocadas?
Cariños,
H.
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