jueves, 8 de septiembre de 2011

Estad siempre gozosos

"Estad siempre gozosos" (1 Tesalonisenses 5.16) He leído este versículo "N" cantidad de veces a lo largo de mi vida como cristiana y suena tan bien cuando estamos atravesando momentos gratos y de bendición, sin embargo, cuando llegan "esos días"(lo difíciles), es inevitable pensar que ese versículo fue escrito por alguien que no sabía lo difícil que puede ser afrontar una prueba y tratar de salir adelante sin morir en el intento!
"He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación" (Filipenses 4.11) No sé si deba atreverme a decir que YA lo tengo aprendido o quizá apostar por la cautela y reconocer que AÚN estoy en el proceso de aprendizaje, lo cierto es que este versículo DEBE SER NUESTRA META.
Seamos sinceros y aceptemos que la vida es una suma de momentos muy variopintos, hasta aquí estamos todos de acuerdo, sin embargo, ninguno de éstos debería resultar negativo (aunque en apariencia lo sea) si en lugar de vivir conducidos por nuestra alma, nuestro parecer y nuestro propio entendimiento, dejamos que sea Jesús a través de su espíritu, aquel con el que fuimos sellados el día que creímos, el que tome las riendas, dejando de esta manera que cada vez seamos MENOS NOSOTROS Y MÁS ÉL.

"Lo siento, pero me cuesta mucho, para estar contento(a) necesito tener un buen motivo"
El Señor nos recuerda que aunque atravesemos situaciones confusas, incómodas o delicadas, no olvidemos que aún tenemos un motivo permanente para estar contentos siempre, sin importar las circunstancias."...regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos"(Lucas 10:20).  

"Regocijáos en el Señor siempre. Otra vez os digo ¡Regocijaos!" (Filipenses 4:4)

"Ya lo entendí, pero y qué pasa con las luchas diarias, yo no puedo solo(a) ¿Qué puedo hacer para DEJAR DE SER YO y que sea Él quien tome control de esas situaciones?"

La palabra nos dice que hay una manera efectiva de hacerlo, de hecho, David la ponía en práctica...."En el día de la angustia te invocaré, porque tú me responderás".(Salmos 86:7), capítulos más adelante podemos ver que esta práctica tiene respuesta..."Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré".(Salmos 91:15). Sinceramente nunca había prestado tanto detalle como ahora a la importancia de invocar el nombre del Señor, de manera constante, a cualquier hora del día, no sólo en momentos difíciles sino también en momentos de bendición.

"Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé". (Jeremías 29:12)

Un abrazo fraterno,

H.


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