Si llevas una relación de noviazgo con alguien desde hace algún tiempo y te has dado cuenta que ya nada es lo mismo, que no te hace la misma ilusión ver a esa persona, que prefieres estar solo(a) antes que su compañía...está claro que algo NO está bien. Pero, y ¿si ese no es el único problema?, y si el principal problema es que no tienes la más mínima idea de ¿cómo decirlo?
Hace poco encontré este relato con el cual en algún momento de mi vida me identifiqué, quizá por eso no lo pensé dos veces antes de compartirlo, está basado en la respuesta
de Luis Palau, colaborador de la web Actualidad Cristiana, a una de las consultas que recibió en su programa radial.Oyente: Amaba a mi novio, pero me he cansado de el y de ese amor. La verdad es que quiero terminar este noviazgo, pero no sé cómo hacerlo.
Luis Palau: Estimada joven, en vez de recomendarle qué pasos debe tomar para terminar con este noviazgo, prefiero tomar otro ángulo. Quiero hablarle acerca de lo que es el verdadero amor. Naturalmente le recomiendo que termine el noviazgo, porque si no ama a este pobre joven, no debe partirle más el corazón. Menos mal que son tan sólo novios y pueden concluir esta relación.
Quiero transmitirle algo acerca del amor. A continuación le doy una descripción; la más bella que jamás he leído, y dice lo siguiente:
“El amor es paciente, es benigno; el amor no es celoso ni envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no es arrogante ni egoísta ni grosero; no trata de salirse siempre con la suya; no es irritable ni quisquilloso; no guarda rencor; no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El que ama es fiel a ese amor cuéstele lo que le cueste; siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y la defiende con firmeza. Un día se dejará de profetizar, de hablar en lenguas, y el saber ya no será necesario. Pero siempre existirá el amor. Lo mayor de todo es el amor” (1 Corintios 13).
¿No le parece estupenda esa descripción? La saqué de una traducción moderna de la Biblia. Porque la Biblia está llena de estas verdades hermosas. Usted me decía que se cansó de aquel amor, y no ama más a su novio. Pues le diré que el verdadero amor nunca deja de ser, siempre existirá. El que ama es fiel a ese amor cueste lo que le cueste. Siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y la defiende con firmeza.
El amor no muere, no desaparece, y del amor uno nunca se cansa.
Usted se ha cansado quizá de un noviazgo apasionado, pero no del verdadero amor. Muchas veces nosotros hablamos del amor, y no tenemos la menor idea de lo que estamos diciendo. Hablamos quizá de una pasión, un entusiasmo, o un sueño juvenil, o a veces infantil también. El verdadero amor nunca deja de ser, dice la Biblia.
Para conocer el verdadero amor, tenemos que conocer a Dios en forma personal, porque la Biblia dice que Dios es amor (1 Juan 4). Si usted le abre su vida a Cristo, estimada amiga, va a encontrar que El va a llenar su corazón con el amor divino, el amor eterno, el amor verdadero que le ayudará amar a su novio, tal vez no a éste, sino al que Dios tenga para usted y lo va a poder amar hasta la muerte, porque el amor de Dios llena el corazón, y nos da poder para amar aun a aquellos que nos odian.
Pídale a Cristo que venga a morar a su corazón y conozca el verdadero amor, pero sea honesto con su novio y dígale que desea terminar el noviazgo porque hasta ahora no conocía lo que era el verdadero amor.
Espero de verdad que les haya sido útil, hasta la próxima!
Un abrazo,
H.